La piel nos protege contra las bacterias y virus que pueden causar infecciones, además, nos ayuda a percibir el mundo externo, si hace frío o calor, si está húmedo o seco y regula la temperatura de nuestro cuerpo
Las enfermedades que irritan, obstruyen o inflaman la piel pueden causar síntomas tales como enrojecimiento, inflamación, ardor y picazón. Las alergias, los irritantes, la constitución genética y algunas enfermedades y problemas del sistema inmunológico pueden causar ronchas y otras afecciones en la piel.
Muchos problemas de la piel, tales como el acné, también alteran su apariencia.